domingo, 9 de mayo de 2010

De cómo Sara muere rodeada de mierda

Pues sí señores, me queda poco de vida... tenía que comunicarlo por aquí.

La razón es que llevo 3 semanas sin madre (y algo más que queda) y resulta que las cosas de casa no se hacen solas, ¿ustedes lo sabían? ha sido un descubrimiento, las pelusas que se acumulan bajo los muebles se han civilizado y creo que amenazan con una revolución, que las escucho mucho cuchichear.
Al igual que las pelusas, los tupper de comidita rica no venían con la nevera y mi dieta consiste en bocatas de bar, alguna hamburguesa y recetas para microondas que saco de internet (por cierto, el arroz al microondas está muy rico).
Pero gracias a esto, ahora sé que el límite de días que puede aguantar una cama hecha a la chuminá son 21. Y hoy, cuando por fin cambié las sábanas, ha sido gloria bendita... el mejor sueño de mi vida.

Y diréis (bueno, realmente no, porque los que leen el blog son conocidos que ya saben esto pero hagamos como que sí) "Pero cerda, ¿tanto te cuesta tener la casa apañá?"
Pues sí, porque esas mismas 3 semanas sin madre me las he pasado rodando un corto (que pondré aquí si se me acaba la vergüenza), yendo a clase, finiquitando unos dos o tres trabajos, visitando a la misma madre ausente en un hospital a hora y media de mi casa y, desde hace una semana, tratando de estudiar.
Eso se resume a tener 2 o 3 horas al final del día para recoger la casa y oye, no me apetecía.

El caso es que gracias a que padre me hace algo de comida una vez por semana y a que ayer se dio la panzada a recoger todo lo que tenía que recoger, ahora tengo esperanzas de poder vivir dignamente hasta que venga mi madre.

1 comentario:

Sany dijo...

¿Qué le ha pasado a tu madre? : O